16 de abril de 2010

¿Serás tú?


Descubrió una cascada. Una hermosa caída de agua desde el gran desnivel brusco del cauce. Acariciándola sólo con la palma de la mano, siente una gran felicidad, como si la alegría lo abrazara con una gentileza inigualable. Satori se percata de que está dentro del cuadro perfecto, una hermosa cola de caballo que inunda el río, mientras las aves posan con brío sobre los árboles de manantial. Un bello cielo despejado bajo el sol que se retrata con esplendor, rodean a Satori, junto con todos los bellos sentimientos que pasan por su cabeza en ese momento. Pero eso no es todo. En ese momento, Satori la ve a lo lejos. Ella esta saliendo de entre los árboles, caminando sobre las rocas que se vuelven ígneas cuando ella pisa sobre éstas. Siente su corazón de una manera tan frágil y blanda, que se enamora con sólo verla. Pero lo que más lo enamora, es que percibe en ella un amor diferente. Un amor por el cual le pasan tantas cosas en la mente que incluso son absurdas. Olvida su alrededor, no piensa, no razona, no entiende nada, y ni siquiera pretende hacerlo. Ella se llama Sundara. Es hermosa, con una dentadura tan blanca como la nieve. Un negro cabello brillante, largo, lacio, que concluye en su torneada cintura. Su piel es tersa y suave, y tiene un color refinado y dorado, que incluso se les podría llamar dichosos a aquellos que la han observado. Una cara tan agraciada y una silueta tan elegante, hacen de ella ser una dama paradisiaca. Pero Satori observa algo diferente aparte de su gran belleza, su mirada. Una mirada penetrante que deja a la imaginación muchas cosas, algunas buenas, algunas malas, y algunas que lo confunden. Unos ojos que dejan ver ternura y delicadeza, pero al mismo tiempo un carácter impávido y único, que sabe y razona lo que hace. Que no se anda con juegos. Que prefiere las cosas bien definidas antes que garabatos y malas conclusiones. Satori se da cuenta de que simplemente, ella es perfecta. Está enamorado.

11 de abril de 2010

Minúsculo el problema, pero grande la diadema


Se percibe la llegada

De un monstruo aterrador

¿Será bélico el asunto?

¿O sólo un fanfarrón?


Se percibe la llegada

De un satírico y mordaz

Al menos eso advierten

Sus palabras y su faz


Pero yo creo en las acciones

Y no me dejo intimidar

Por estúpidas cuestiones

Ni por su "maldad"


Bien sabemos,

Que un cobarde es muy bizarro

Pero quiero verlo en la batalla

Y ni a un canijo le hace daño


Así que no me venga con mamadas

Que no me creo nada

Y ya estoy hasta la madre

De tantas pendejadas


Alguien siempre se da cuenta

De sus tontas falsedades

Pero nunca se avecina

Ni pone al frente sus verdades


Ya llegará el momento

De que a mierda llegue su talento

Y derroque su dominio

Hasta ser un mínimo mendigo


Se percibe la llegada

De un minúsculo problema

Que tiene cortas las agallas

Pero grande la diadema

10 de abril de 2010

Buenasnoches.


Se comienza a nublar mi visión

En la noche, encantada mi perdición

Por un bosque de eterna comunión

Sólo somos dos, mi subconsciente y yo

Bueno, podría mencionar al amor

Pero ese queda comulgado en mi interior

Aunque no del todo bien

Pero sí se siente su vaivén

Vagando por mis costados

Y sinceramente, a veces me siento desgastado

Con una pena por no poder dormir

No sé si sea un insomnio

O el rechazo a compartir

Compartir la vida en este juego

¿O jugar con viento es lo que alego?

¿Porque a veces nada es lo que tengo

y mucho lo que siento?

No lo sé, pero espero algún día conquistar

A alguien en esta vida, que valga la pena trabajar...