Descubrió una cascada. Una hermosa caída de agua desde el gran desnivel brusco del cauce. Acariciándola sólo con la palma de la mano, siente una gran felicidad, como si la alegría lo abrazara con una gentileza inigualable. Satori se percata de que está dentro del cuadro perfecto, una hermosa cola de caballo que inunda el río, mientras las aves posan con brío sobre los árboles de manantial. Un bello cielo despejado bajo el sol que se retrata con esplendor, rodean a Satori, junto con todos los bellos sentimientos que pasan por su cabeza en ese momento. Pero eso no es todo. En ese momento, Satori la ve a lo lejos. Ella esta saliendo de entre los árboles, caminando sobre las rocas que se vuelven ígneas cuando ella pisa sobre éstas. Siente su corazón de una manera tan frágil y blanda, que se enamora con sólo verla. Pero lo que más lo enamora, es que percibe en ella un amor diferente. Un amor por el cual le pasan tantas cosas en la mente que incluso son absurdas. Olvida su alrededor, no piensa, no razona, no entiende nada, y ni siquiera pretende hacerlo. Ella se llama Sundara. Es hermosa, con una dentadura tan blanca como la nieve. Un negro cabello brillante, largo, lacio, que concluye en su torneada cintura. Su piel es tersa y suave, y tiene un color refinado y dorado, que incluso se les podría llamar dichosos a aquellos que la han observado. Una cara tan agraciada y una silueta tan elegante, hacen de ella ser una dama paradisiaca. Pero Satori observa algo diferente aparte de su gran belleza, su mirada. Una mirada penetrante que deja a la imaginación muchas cosas, algunas buenas, algunas malas, y algunas que lo confunden. Unos ojos que dejan ver ternura y delicadeza, pero al mismo tiempo un carácter impávido y único, que sabe y razona lo que hace. Que no se anda con juegos. Que prefiere las cosas bien definidas antes que garabatos y malas conclusiones. Satori se da cuenta de que simplemente, ella es perfecta. Está enamorado.
16 de abril de 2010
11 de abril de 2010
Minúsculo el problema, pero grande la diadema
Se percibe la llegada
De un monstruo aterrador
¿Será bélico el asunto?
¿O sólo un fanfarrón?
Se percibe la llegada
De un satírico y mordaz
Al menos eso advierten
Sus palabras y su faz
Pero yo creo en las acciones
Y no me dejo intimidar
Por estúpidas cuestiones
Ni por su "maldad"
Bien sabemos,
Que un cobarde es muy bizarro
Pero quiero verlo en la batalla
Y ni a un canijo le hace daño
Así que no me venga con mamadas
Que no me creo nada
Y ya estoy hasta la madre
De tantas pendejadas
Alguien siempre se da cuenta
De sus tontas falsedades
Pero nunca se avecina
Ni pone al frente sus verdades
Ya llegará el momento
De que a mierda llegue su talento
Y derroque su dominio
Hasta ser un mínimo mendigo
Se percibe la llegada
De un minúsculo problema
Que tiene cortas las agallas
Pero grande la diadema
10 de abril de 2010
Buenasnoches.
Se comienza a nublar mi visión
En la noche, encantada mi perdición
Por un bosque de eterna comunión
Sólo somos dos, mi subconsciente y yo
Bueno, podría mencionar al amor
Pero ese queda comulgado en mi interior
Aunque no del todo bien
Pero sí se siente su vaivén
Vagando por mis costados
Y sinceramente, a veces me siento desgastado
Con una pena por no poder dormir
No sé si sea un insomnio
O el rechazo a compartir
Compartir la vida en este juego
¿O jugar con viento es lo que alego?
¿Porque a veces nada es lo que tengo
y mucho lo que siento?
No lo sé, pero espero algún día conquistar
A alguien en esta vida, que valga la pena trabajar...